sábado, 28 de febrero de 2009

Videochat Sexo

No quería pensar en nada más que en estar al lado de ella, de acariciarla, de consolarla, de darle todo mi amor. Era su jefe, se sintió mal y quiso huir de allí y casi hasta cambiar de ciudad pero ya era demasiado tarde pero su Amo entonces la tranquilizó y la dijo que todo lo que la había dicho acerca de la discreción etc. Era una cita especial, me iba a ver con un hombre que había conocido por Internet hacía ya tres meses, era casado, dos hijos y trabajaba en una conocida empresa de mi país. Los labios mayores abiertos dejaban salir a los labios menores y el clítoris asomándose en mi encharcado cono&Esa noche, cuando volví donde Jan, llevaba briznas de toroko (largo pasto rapanui) metidas entre las bragas. Decidí que era hora de comprar algún juguetito que me hiciese companía en mis juegos solitarios, la idea de tener algún tipo de consolador siempre me atrajo, pero a mi esposo nunca le gustó la idea, (muchos hombres los ven como sustitutos cuando en realidad son solo un juego que puede dar mucho, pero que mucho morbo a una relación que va camino de la monotonía) así que nunca me atreví a comprar uno. Y cuando eso ocurra, cuando te des cuenta de lo mojigata que es, yo estaré allí, con un top de cinco centímetros, una falda de cuadritos y unas botas altas, Los Mejores Videochats tan altas que llegaran a posarse por debajo de la mini. Después de unos instantes el dolor cedía cada vez más y el placer y el gozo comenzaban a sentirse. Al día siguiente me maravillé al despertar con ella al lado, desnuda y despatarrada en la ancha cama. Vaya!, me lo estaban poniendo difícil, no tuve más remedio que detener el coche para pensar con claridad.

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